¿Puede haber igualdad si las personas son diferentes?

Baal HaSulam, «Paz en el mundo«: Así encuentras que el atributo de verdad no tiene la capacidad práctica de organizar el camino de acceso del individuo y el camino del colectivo, de una manera absoluta y satisfactoria. Además, es totalmente insuficiente para organizar la vida al final de la corrección del mundo.

El Creador parece estar jugando con nosotros. Por un lado, Él dice que hay que hacerlo todo de acuerdo con el atributo de verdad: Todos tienen que dar tanto como les sea posible y recibir para las necesidades vitales, de acuerdo con su naturaleza, la cual no escogieron. Al mismo tiempo, el otorgamiento, incluso de todo corazón, también depende de las cualidades y de las diferencias innatas.

Esto significa que cada persona es única en la recepción y en el otorgamiento. ¿Cómo resolvemos el problema y permaneciendo en la categoría de «verdad«? ¿Qué criterio se debe utilizar? Las horas laborales o de producción son inadecuadas porque todas las personas son diferentes. El Creador nos creó de tal manera que seamos simplemente incapaces de establecer comparaciones entre nosotros mismos. ¿Cómo podemos establecer la correcta interconexión entre nosotros?

Por ejemplo, puedo gastar horas para conseguir una sonrisa de alguien, mientras que otra persona sonríe de inmediato. Todos tienen su propio carácter, hábitos, cambios de humor, y miles de otros parámetros internos. ¿Cómo podemos trabajar juntos?

¿El Creador nos «enreda»? «Tienen que ser iguales», dice. ¡Pero somos diferentes! ¿Cómo es posible evaluar a un ser humano de acuerdo con un punto de referencia? ¿Dónde podría encontrarse un criterio adecuado?

Es hora de construir una sociedad humana en la que todos estemos conectados como ruedas dentadas. Nadie sabe cómo se supone que debe él girar en relación con los demás. ¿Qué ejemplo puede utilizarse? ¿Cómo podría llevarse a cabo? La tarea parece simplemente irreal, y este es un gran problema.

Toda la humanidad tiene que entender la dificultad que yace aquí y su causa. Hoy en día, ya entendemos que hemos entrado en una nueva época y que debemos unirnos en una manera amistosa. No hay otra opción: tenemos que reducir el consumo, limitar nuestra inclinación al mal, nuestro egoísmo, comenzar a disminuir el nivel de vida en una región y compartir con la otra el superávit generado. Pero, ¿cómo?

Cada uno de los que tienen éxito en la economía, la industria, la ciencia, la cultura, y así sucesivamente puede levantarse y decir: «Yo lo he logrado todo con mis propias manos. Trabajé en mi éxito, así que dejemos que ellos hagan lo mismo». Y sonaría justo.

En otras palabras, la persona dice: «Ve con el Maestro que me creó. Él me puso tales condiciones, y yo lo he logrado todo». Es decir, dirige todos tus reclamos con respecto a nuestra desigualdad hacia el Creador. Es Él quien creó diferentes a las personas y les obliga a alcanzar la unidad, sin la cual es imposible continuar nuestra existencia.

Este es el problema que aún tenemos que resolver.

(42892 – De la 4º parte  de la lección diaria de Cabalá del 5/12/2011: «Paz en el mundo»)

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