Pregunta: El grupo mundial contiene un gran deseo con el que podemos trabajar, pero ¿cómo penetramos en el interior?
Respuesta: Aun carecemos de garantía mutua. Ese es el problema. Todos tienen un deseo, pero aun no sentimos una interconexión total, donde cualquier agujero en el barco común lo hunde hasta el fondo. Obviamente, el Creador nos está ayudando con ello ya que no podemos tapar los agujeros nosotros mismos. Está escrito: «Acude a Mí, y yo retribuiré». Sin embargo, más tarde, Él nos pasará este trabajo a nosotros, y nosotros le retribuiremos la deuda.
Por lo tanto, carecemos de la sensación de interdependencia, la necesitad de cuidar de todos. Se supone que debo sentirme involucrado y preocupado por que todos estén unidos, como una madre se preocupa por la salud y bienestar de los hijos. El cuidado en el corazón de la persona ayudará a otros y regresará a él amplificado y múltiple.
Después de todo, el grupo es un amplificador poderoso. En respuesta a mi cuidado, los amigos me envuelven en ello. Mientras más contribuya al grupo, más mejora el grupo mi actitud y me la regresa diversificada. Apunto mis pensamientos hacia los amigos una vez más, añadiendo mi contribución a lo que he recibido de ellos.
¿Cómo trabajo sobre este deseo? Caigo a mitad del camino. El Creador me hace tambalear, y de súbito, teniendo al grupo que me apoya con tan poderoso y maravilloso deseo, comienzo a ignorar mi riqueza. Después de todo, recibí tan ardiente inspiración de los amigos que no hay más espacio para mi esfuerzo personal ¿Dónde estoy yo, si todo viene de ellos?
Por lo tanto, para que yo ponga mi parte, se me da un descenso. Por necesidad, comienzo a escalar como si estuviera tratando de salir de un agujero; caigo y continúo escalando hasta que llego a la superficie. Una vez más, pongo mis esfuerzos en los amigos.
Es difícil seguir tratando ya que todo se ha ido como si nunca hubiera tenido nada de ellos en primer lugar ¿Cuál es la causa de este «reinicio»? El punto es que he estado ascendiendo a un nuevo nivel. Ahora comienzo de cero en ello, pero es el grado cero del nuevo nivel, uno más alto que mi estado previo.
Obviamente, al principio se me presenta como una oscuridad incluso más grande. Hay aun más obstáculos y egoísmo en este nuevo nivel ya que me elevo más alto, hacia mis deseos más poderosos, no corregidos. Así, continúo en mi camino espiritual.
(41137 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 4/21/2011, Escritos de Rabásh)
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De ahora adelante, ¡sólo ascensos!