Lo principal es tratar de avanzar todo el tiempo. Caigo y me levanto de nuevo, como está dicho: “Miles de veces caerá el justo y se levantará de nuevo”.
Realmente es cierto. No puedes avanzar sin errores, sin caídas, sin problemas. Sólo así aprendes. Es imposible alcanzar nada de otra forma, como está dicho: “Nadie puede cumplir una Mitzvá (mandamiento) a menos que primero la haya incumplido.”
Un mandato es una acción de otorgamiento. Es imposible alcanzar el otorgamiento, sin primero revelar que eres opuesto. Gradualmente lo empezamos a integrar en este sistema. No aprendemos sólo el material; lo absorbemos y nos edifica. Los sistemas internos: cerebro y corazón, sensaciones y mente, toman la forma de los pensamientos que absorbemos de los artículos y construyen nuestra alma.
Así el deseo roto de recibir empieza a conectar sus átomos y moléculas en todas las formas nuevas. Todas sus partes se conectan, construyendo un sistema que opera, no sólo de acuerdo a las leyes del egoísmo, sino según las leyes de otorgamiento. Es decir, estamos ingresando a un espacio nuevo, espiritual, al mundo opuesto.
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De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 2/oct/20, Lección sobre: “Sucot”.
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