Pregunta: Los padres de Ethan Crumbley, adolescente de quince años fueron arrestados en EUA. El niño disparó a cuatro personas en su escuela.
Un maestro vio al niño viendo imágenes de balas. El niño explicó que su familia hacía deporte de tiro. La escuela intentó informar de inmediato a su madre al respecto, pero logró que la madre corroborara hasta un día después.
Al día siguiente, el día del tiroteo, un maestro vio los dibujos del niño que mostraban un arma semiautomática, una persona que recibió un disparo, un emoji sonriente y las palabras «Sangre por todas partes» y «Los pensamientos no me van a detener. Ayúdenme.» La escuela convocó a los padres para una conferencia y les pidió que se llevaran al niño a casa. Los padres se negaron y dejaron a su hijo en la escuela. Tampoco revelaron que el niño tenía un arma que su padre le había comprado.
El mismo día, el joven de 15 años disparó y mató a cuatro estudiantes e hirió a otros 7 en un tiroteo en una escuela secundaria en Detroit, suburbio de Michigan, ¿qué clase de padres son esos?
Respuesta: Ellos mismos son producto de nuestra sociedad, de nuestro estado. No saben qué hacer. No saben lo que sucede. No saben cómo reaccionar. Están en una especie de confusión. Y no son sólo ellos.
Pregunta: Pero si le compran armas militares a un niño o, de algún modo le enseñan a matar, ¿cuál es la idea de los padres? ¿cuál es su filosofía?
Respuesta: La idea es que, al final, pueda protegerse en este terrible mundo.
Comentario: Eso significa que de antemano le dicen diciendo: “Hijo, el mundo es terrible y tienes que ser fuerte.”
Mi respuesta: Si. Eso es lo que sienten.
Pregunta: ¿Adónde llegaremos con semejante filosofía?
Respuesta: Nos destruiremos unos a otros.
Pregunta: Pero nosotros mismos moriremos, ¿verdad?
Respuesta: Bueno, también moriremos.
Comentario: En principio, damos a luz a un niño y al mismo tiempo decimos: “Para que sobreviva, tienes que ser fuerte, más fuerte que los demás”.
Mi respuesta: Sí, así funciona el mundo. Ve a todos, desde líderes estatales hasta todos los que ves en la calle.
Pregunta: Pero, ¿qué pasa con esa idea que constantemente expresamos de que queremos que nuestros hijos sean felices?
Respuesta: No sabemos lo que es la felicidad. Tal vez la felicidad sea, como dicen en una canción, “un arma caliente”.
Comentario: El concepto de felicidad está mezclado. Ya no se entiende la felicidad como algo cálido, cercano o querido.
Mi respuesta: No,no. Realmente necesita ser enseñado durante mucho tiempo y desde una edad temprana. No es fácil. Hoy el mundo ya no es así. Hoy, si hablas de esos valores, se reirán de ti y nadie será amigo de un niño así.
Pregunta: O sea ¿el niño debe ser fuerte? ¿el más fuerte de la clase?
Respuesta: Debe ser temido. El culto al poder, en principio, es el culto de nuestro tiempo. Sé el primero.
Mira lo que se hace entre países y Estados, en las empresas y entre todos. Lo más importante es ser fuerte, ser fuerte físicamente como un culturista, fuerte en dinero, fuerte en algún juego, en algo. En general hay que ser fuerte. Ese estado lleva a la desesperación; es más fácil comprar un arma y emplear la «ley» del linchamiento.
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Pregunta: Que el niño tenga esa desesperación, como lo demuestra lo que escribió el día de la ejecución: “¡Ayúdenme! ¡El mundo es terrible!”—¿Es consecuencia del efectode los padres, del amor de los padres?
Respuesta: Quizá. Porque ve la diferencia que hay entre él, el mundo exterior y sus padres. Sus padres están dispuestos a todo a darle todo. Incluso comprar un arma.
Pregunta: Es decir, ¿somos los primeros en romper el mundo con nuestro amor, como dice?
Respuesta: Se debe al amor paterno incorrecto, que se manifiesta de esa manera.
Pregunta: ¿Cómo llevan los padres su amor en el mundo de hoy, para que el niño sea diferente, para que todo sea diferente?
Respuesta: Todo necesita ser cambiado. Necesitamos cambiar de raíz. Y si la base de nuestro mundo es egoísta y no lo pensamos, simplemente lo único que podemos pensar es en abastecernos de armas y cercarnos, atrancarnos y vivir así.
Pregunta: ¿Y en disparar?
Respuesta: Si. No hay escapeo. “Mi casa es mi fortaleza”. Es la manera de pensar y actuar.
Pregunta: Pero, ¿cómo debemos criar a los niños?
Respuesta: Esa es la forma de educar: que necesita pensar y preocuparse constantemente por su propia seguridad. Y esos pensamientos sobre su propia seguridad, que el mundo circundante le impone, lo llevan a que saca conclusiones apropiadas: necesito un arma y después, debo destruir a mis enemigos.
Pregunta: La pregunta es: ¿cómo cambiaremos este mundo? ¿qué debemos hacer para cambiar este mundo?
Respuesta: No puedes prohibir las armas; eso es comprensible. No se puede prohibir el odio entre la gente. Lo único que puedes hacer es enseñarl a usar el amor y el odio correctamente.
Pregunta: ¿Cómo lo haces? ¿cómo los usas correctamente?
Respuesta: Esto ya es toda una ciencia y debe aprenderse en la escuela.
Y todas estas actividades en clase y las materias que estudian: geografía, historia, etc., son secundarias. Lo más importante es enseñar a relacionarse correctamente con los demás y con su entorno—con lo inanimado, vegetal, animal y humano. Es lo más importante. Y lo enseñamos.
Salieron de su madre, nacieron y de algún modo, en los primeros años, les enseñamos a interactuar con el mundo. Y luego, cuando tenemos que enseñarles la ciencia para interactuar correctamente con el mundo, sólo les damos material vacío.
Pero no les enseñamos cómo tratar a los demás, cómo crear la sociedad adecuada, cómo hacer que la gente te vea con buenos ojos ni cómo crear una comunidad.
Pregunta: ¿Se debe enseñar?
Respuesta: ¡Es lo más importante! Debe haber una escuela para hacerlo. Porque la escuela existe en la transición entre el niño pequeño que prácticamente acaba de nacer—y durante los primeros 5-6 años debe estar junto a ella—y luego es adulto. Y la vida adulta es con extraños, con otros, etc. Es decir, la escuela debe estar en la transición del nacimiento a la salida al mundo. No damos esta preparación.
Pregunta: O sea, ¿hablamos de una escuela para niños y también para padres? Porque debe haber el mismo ambiente en casa.
Respuesta: Por supuesto que sí.
Pregunta: ¿Y una escuela para maestros también?
Respuesta: Naturalmente, es una tarea común.
Esto se llama pedagogía; esto se llama enseñanza; esto se llama criar y educar a los niños. ¡Se llama paternidad!
¿Y qué les dan? Una educación totalmente innecesaria. Eso no es paternidad.
Pregunta: ¿Qué pasará si el arma aún está en la mano del niño? Si lo educan como dice, ¿qué hará con esa pistola?
Respuesta: Protegerá a todos. ¿De quien? De animales, de extraterrestres, no sé. Tendrá la idea de proteger a todos. Esta Tierra y esto es todo mío. Quiero que todos se sientan bien. Amor fraterno
De Kabtv “Noticias con el Dr. Michael Laitman”