Baal HaSulam, Introducción al Estudio de las Diez Sefirot, ítem 108: Esto es similar a un cuento muy conocido de un judío que fue administrador de una casa para cierto patrón. El arrendador lo quería mucho. Una vez, el propietario se fue y dejó su negocio en manos de su sustituto, que era un antisemita.
¿Qué hizo él? Tomó al judío y lo golpeó cinco veces ante todos para humillarlo a fondo.
Al regreso del arrendador, el judío se acercó a él y le contó todo lo que había pasado con él. Su ira se encendió, y llamó el sustituto y le ordenó que le diera prontamente al judío mil monedas por cada vez que lo había golpeado.
El judío las tomó y se fue a casa. Su esposa lo encontró llorando. Ella le preguntó con ansiedad: «¿Qué te pasó con el propietario?» Él le contó. Ella preguntó: «Entonces, ¿por qué lloras?» Él respondió: «Estoy llorando porque sólo me golpeó cinco veces. Me gustaría que me hubiera golpeado al menos diez veces, ya que ahora tendría diez mil monedas.
El Creador hizo una «cáscara» desagradable, nuestro mundo, en el que sufrimos. Para el Creador, no existe el concepto de tiempo y, por supuesto, Él conoce la inminente «compensación». Esto le trae alegría.
Por cada golpe, por cada mala sensación, por los más pequeños o más grandes problemas, por cualquier cosa que experimentemos en la vida obtendremos una indemnización adecuada a la que daríamos gustoso nuestro consentimiento si supiéramos de esto de antemano.
Así funciona el sistema general: este está basado en el principio de reposición. A pesar de que la gente sufra ahora, inevitablemente, será recompensada en el futuro. Es sólo cuestión de tiempo. Las compensaciones le traen beneficio al sistema. El sistema no tiene defectos. Por el contrario, cada uno de nosotros adicionaría gustoso más aflicciones a nuestras vidas si supiera que vamos a ser compensados por ellas.
Es un proceso inevitable. De lo contrario, sería imposible garantizar beneficios espirituales, puesto que las vasijas vacías deben ser abiertas, corregidas, y llenadas. Si no es así, la creación que posee sus propias vasijas, deseos ilimitados, que la gobiernan al usarlas y llenarlas con la perfección, no sería posible.
Pregunta: ¿Hay una manera de que entendamos que el Creador es bueno y hace el bien, mientras que nosotros todavía estamos en este mundo terrible?
Respuesta: «El Creador» es un sistema general equilibrado. Es absoluto, es un equilibrio en el que la Luz y la vasija yacen uno en el otro. Todo está basado en este principio.
Hasta el momento, ustedes no ven que el Creador los recompense dándole mil monedas de cada uno por sus problemas. Más tarde, cuando lo entiendan, van a decir: «¡Qué hermoso pensamiento se esconde detrás de esto!»
Cuando se corrigen a sí mismos, ustedes se separan de sus deseos egoístas y hacen la transición hacia la esfera de las intenciones. El recibir para sus deseos ya no es la esencia de su existencia, ahora son sus intenciones. Y debido a que dejan de identificarse por completo con sus problemas, no se olvidan de ellos, sino que endulzando las propiedades de su vasija utilizando diferentes métodos.
En este mundo, vemos ejemplos similares de personas que disfrutan al recordar sus sufrimientos anteriores. Por ejemplo, mi madre, una mujer adinerada, a veces prefiere tener un vaso de agua hirviendo y un pedazo de pan duro. Esto le recuerda sus años de hambre, sus años de juventud durante la guerra, cuando como estudiante recibía esta ración una vez al día. Muchos años más tarde, cuando ella tuvo abundancia de comida, no podía experimentar el mismo nivel de placer de los alimentos, debido a que su deseo ya no estaba tan vacío como lo estuvo durante los años en los que ella pasaba hambre. No importaba que el pan en ese entonces fuera hecho principalmente de aserrín; esto sólo depende de nuestras vasijas, deseos.
No podemos ignorar estas cosas. Nosotros atravesamos diversas situaciones, y gracias a ellas, al recordar las etapas de nuestro camino espiritual que nunca desaparecen y que nunca olvidamos, empezamos a usarlas de manera diferente, no como mi madre lo hizo. Más bien, al pasar a través de nuestros estados actuales, en los que recibimos las Luces que descienden a nosotros, nosotros intentamos usar nuestras viejas vasijas, lo que desencadena que se revelen las Luces de NRNHY.
Si ustedes consideran el mundo como una pesadilla, esta es su visión. Se nos dice: «Cada uno juzga de acuerdo a sus propios defectos». Ahora, su negación concuerda con las deficiencias de las vasijas a través de las cuales ustedes ven el mundo como un lugar malo. Si corrigen sus vasijas, verán que no hay nada malo en este mundo.
A medida que ascendemos la escalera espiritual, tendemos a justificar cada vez más al Creador. ¡Eso es lo principal! La oscuridad se convierte en Luz, y se vuelve agridulce. Yo veo el mundo como más corregido, aunque para mí todavía no esté completamente rectificado porque, por ahora no estoy completamente corregido.
Sin embargo, según el grado de mi corrección, justifico este mundo, conectando así la oscuridad con la Luz. Para mí, ésta ya brilla como un día brillante en unidad, a pesar de que nuestra unidad aún no es suficiente. Al pasar por las etapas espirituales, veo que todo finalmente termina siendo bueno.
El único consejo que tengo para ustedes es que corrijan sus vasijas, deseos. No hay nada más que puedan hacer. Si lo hacen, las guerras, las aflicciones, y otros desastres desaparecerán de su imagen de la realidad y no regresarán jamás. Baal HaSulam escribió: «No hay déspotas en el Reino del Señor».
De hecho, no hay villanos, como no hay mal. Toda la realidad es sólo una película que nos lleva de la inclinación al mal a un final feliz.
(142244 – De la 2° parte de la lección diaria de Cabalá del 8/26/14, Escritos de Baal HaSulam)