Pregunta: El pueblo de Israel básicamente es muy egoísta; cada uno se considera a sí mismo el centro del universo. ¿Podemos esperar cambios positivos radicales en una nación donde cada uno está enfocado en sí mismo?
Respuesta: Es por esta razón que se dice que los judíos son un pueblo de dura cerviz. No hay nada que podamos hacer al respecto. Fuimos creados así intencionalmente con el fin de conducir a todo el mundo y dar al mundo.
Nosotros hemos dado tanto al mundo y ahora, debemos dar a la humanidad el método de la conexión y unidad integral y debemos ser quienes lo hagan, aunque seamos tan individualistas y estemos lejos de esto.
Pregunta: ¿Quién es ¨nosotros¨? De hecho, hay 300 mil judíos viviendo en Israel, los cuales son considerados para el estado como de ¨importancia secundaria¨, como los medio judíos y las familias mestizas.
Respuesta: Nosotros no nos referimos al pueblo en base a la genética sino, al pueblo bajo el fundamento de la idea de hace 3,500 años, presentada por Abraham en la antigua Babilonia.
Pregunta: ¿Quiénes son considerados hoy en día la nación de Israel?
Respuesta: Hoy en día no hay nación. Lo que llamamos nuestra nación son sólo personas que tienen reminiscencias (Reshimot) de generaciones previas y que han llevado a cabo la idea de la unidad por medio de la historia humana. Este intelecto genético despierta en ellos hoy en día y exige el alcance del significado de la vida.
Hay personas en las que la pregunta acerca del significado de la vida todavía está dormida pero, puede aparecer en personas que nunca han estado relacionadas con el pueblo judío. Esto significa que, de acuerdo a la sabiduría de la Cabalá, hoy en día un judío es aquel que siente un deseo interno por descubrir el significado de la vida.
Si nos unimos de acuerdo al método de la conexión y la unidad integral, no sólo en Israel sino sobre todo el mundo, no habrá problemas.
Pregunta: Esto implica que básicamente todo el mundo pueda convertirse en judío.
Respuesta: Debe ser así ya que no estamos hablando de una nacionalidad. Un francés, por ejemplo, puede ser judío en su ideología.
Pregunta: Yo estoy por la idea de ver a todas las personas en el mundo como parte de la nación de Israel pero, parece que en Israel existen aquellos que hacen todo por negar a las personas el derecho de ser llamados judíos.
Respuesta: Debemos establecer un sistema de absorción diferente de acuerdo al cual podamos aceptar a todos aquellos que quieren llegar aquí. Examinaremos su predisposición para la unidad, para la conexión de igualdad con todos y, si la persona está de acuerdo con esto, es una señal de que es un judío.
Pregunta: Pero, no podemos basar nuestra política en eso.
Respuesta: Yo no veo ninguna política especial aquí. Yo veo una cantidad de personas que son llamadas una nación, la cual está totalmente dividida. Me recuerda a las nueces en un costal que no quieren conectarse y es sólo el costal el que las conecta y las mantiene juntas.
Por lo tanto, no es una nación, ni un estado, sino como dicen los árabes ¨una entidad sionista temporal¨. Si fuéramos como todas las demás naciones, internamente conectados por nuestros genes naturales, seríamos un estado pero, por el momento no estamos conectados, ni por los genes ni por la ideología. Entonces, no hay una nación.
No podemos llevarnos bien y vivir los unos con los otros, y sólo nos juntamos cuando somos presionados desde afuera y llegamos a ser como un gran costal de nueces. Sin embargo, es imposible vivir bajo presiones externas por mucho tiempo ya que, estas son meramente sufrimientos y nada más. Lo que necesitamos es alcanzar el equilibrio de las fuerzas.
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De una conversación por Webinar en zahav.ru 13/ene/16
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