Desde mi página de Facebook Michael Laitman 30/ago/19
De Mumbai a Berlín: Terminé mi visita a la India, donde me encontré con la comunidad judía y con diversas personalidades, y luego fui a Alemania. La brecha entre un Estado del tercer mundo y un país occidental desarrollado es enorme. Es increíble cuán opuestos son estos dos extremos sobre nuestro planeta…
En la India, he sido testigo de masas que viven en chozas y casas en ruinas, niños abandonados que deambulan por las calles. Viví una gran densidad y olores insoportables. No hay día ni noche. Todo transcurre casi independientemente del tiempo. En Alemania, sin embargo, todo está organizado y ordenado ejemplarmente. Lujosas torres de empresas de alta tecnología, edificios resplandecientes, una historia preservada y computación de primer nivel.
No tengo críticas respecto a los indios. A comparación de los alemanes, son mucho más tiernos, buenos y no tienen ese impulso de causar mal a los demás. Pero las diferencias indican claramente que en el mundo hay de todo. No falta nada, ni dinero, ni comida, ni vestimenta, pero sí una buena y linda conexión entre las personas, una relación basada en la consideración mutua.
No hay que construir lujosas fábricas en la India ni educarlos según la cultura occidental, y tampoco subestimar las necesidades de la nación alemana. Cada nación debe permanecer de acuerdo a su tendencia natural. Todo lo que se necesita es llevar un espíritu de unidad alrededor del mundo; una educación y una conciencia que conllevarán un equilibrio positivo. Las fuerzas para un cambio tan significativo pueden obtenerse a través del estudio de la Cabalá.
Lean aquí sobre mi viaje a la India:
El emocionante encuentro con el gurú – http://bit.ly/2m2OQ29
Pushkar estudia Cabalá – http://bit.ly/2lFhM08
Boda india – http://bit.ly/2lEqhIG