El coronavirus nos hará …

Pregunta: En la era del coronavirus, hay gente que no teme nada. Vi videos de alcaldes italianos saliendo a la ciudad y regañando a la gente para que volviera a casa. Y ellos simplemente caminaron. ¡Incluso en Italia! Pero hay gente que, naturalmente, respetan la ley, se queda en casa y escucha a todos.

¿Qué se debería temer realmente: infectarse uno mismo o infectar a otros?

Respuesta: Me alegra que se plantee es pregunta. Tengo que pensar en los demás. Y a pesar de que no creo en los médicos y no creo que me infecte ni pueda ser portador de esta infección, aún tengo que hacer lo que dicen los médicos para que la gente vea que me preocupo por ella. No de mi, sino de otros.

Pregunta: ¿Quiere decir que se debe usar cubrebocas para demostrar que no quiere infectar a otros? ¿es eso garantía mutua?

Respuesta: ¡Por supuesto! Ante todo. ¿cómo puedo hacer cosas que pueden amenazar la vida de otro? ¡Vida! ¡Eso es cuestión de vida!

El virus es un programa para cuidarse unos a otros. ¿No quieren cuidarse mutuamente en su deseo egoísta ordinario? ¿no quieres pensar que eres un sistema integral único, una civilización terrestre? El virus te enseñará. 

Hace lo que no pudimos hacer nosotros mismos consciente y voluntariamente. Nos obliga a hacerlo.

Pregunta: ¿Podrá hacer algo con nosotros o no?

Respuesta: La naturaleza puede hacer cualquier cosa con nosotros. ¡Y en el futuro más cercano!

Pregunta: ¿Puede invertir al hombre? Sólo pienso en mí todo el tiempo. Así vivo, es nuestra vida.

Respuesta: El sufrimiento lo hará todo.

Comentario: Es un gran problema avanzar siempre sólo con sufrimiento.

Mi respuesta: ¡Sólo con sufrimiento! Pues, ¡no queremos hacerlo voluntariamente! ¡No queremos hacerlo dentro de la razón! Es imposible hacer algo con nosotros. Por eso, atraemos esas acciones de la naturaleza, esos golpes.

Pregunta: ¿Quiere decir que el virus es muy inteligente?

Respuesta: Toda la naturaleza es inteligente. Actúa de acuerdo con un programa específico. Si no cumples con ese programa, se activan otros programas, luego los siguientes y sigue. Hay muchos de estos llamados virus en la naturaleza.

Lo llamamos un «virus», pero es un programa incluido en el programa egoísta general y lentamente comienza a cambiar. ¡Aún no se rompe! Simplemente nos molesta un poco.

También se está revelando en animales, luego en pájaros, luego, en algún lugar del aire, no sabemos dónde, en todo tipo de moscas y mosquitos. ¡No te imaginas lo que podría pasar! Nos encontraremos en un mundo hostil, donde todo es en contra nuestra, porque somos opuestos a él, ¡lo odiamos en nuestro comportamiento! ¡Ve lo que hicimos!

Por eso, nos romperá. Y tendremos que tratarlo de modo diferente. Primero, tendremos que aislarnos de cualquier uso egoísta, malicioso y excesivo. No necesitaremos millones de tiendas ni todo las demás que acumulamos en nuestro mundo, en un solo siglo. Lentamente, poco a poco nos desinflaremos.

Pregunta: ¿Cuándo comprenderá el virus que ya hizo su trabajo?

Respuesta: Sucede automáticamente en la naturaleza. Cuando comencemos a gastar menos, contaminar menos, dejar que la naturaleza comience a limpiarse, cuando los océanos comiencen a digerir el plástico que los llena. Veremos la tierra que se vuelve más fértil, los pájaros cantan en el aire. Todo será hermoso y bueno. ¡La naturaleza cantará desde su armonía, que no violamos! Sin embargo, esto lleva tiempo.

Aún no lo hacemos. Por eso debemos restringirnos, debemos obedecer las leyes que la naturaleza ahora expresa. Me quedo en mi habitación aislado, no voy a ningún lado ¿qué más se supone que debo hacer? Esta es una ley de la naturaleza.

Cuando todos lleguemos a un equilibrio relativo, pudiera comenzar a afectarnos de manera aún más sofisticada, para que seamos aún más dignos de ella, hasta que alcancemos un estado en el que nuestras acciones físicas comiencen a afectar nuestros principios morales, nuestras interacciones mutuas.

No queríamos ir de adentro hacia afuera, es decir, con nuestra conciencia, por nuestros sentimientos. No quisimos cambiar nuestras relaciones ni nuestra actitud hacia la naturaleza, ahora la naturaleza nos obligará a hacerlo de forma opuesta; nos empujará desde afuera hasta que cambiemos.

Pregunta: ¿Pensar en no infectar a otro, es un paso claro hacia la naturaleza?

Respuesta: Es involuntario. Aún no está en el nivel de conciencia ni en el nivel de consentimiento, de aceptación voluntaria ni en el nivel de acción deseable. Pero es un comienzo. Gracias a Dios, la naturaleza empezó a trabajar en nosotros.

Pregunta: ¿En qué punto nos dejará en paz, al menos que diga, «Ya puede relajarse un poco»?

Respuesta: Cuando llegamos a un equilibrio dinámico con él.

Comentario: Es un objetivo muy lejano.

Mi respuesta: No queremos que nos deje en paz. ¡Dios no lo quiera!

Hasta que la actitud del hombre sea no hacer nada para abusar, para saciarse con todo tipo de peculiaridades ni para no desfigurar la naturaleza, etc.

El programa fue insertado en nosotros y estamos obligados a obedecerlo y cambiar. No hay forma de escapar. O aceleramos nuestro proceso voluntariamente, lo que se llama Ajishena o nos presionará y, por supuesto, tomará más tiempo y traerá más sufrimiento. Sin embargo, el programa ya fue insertado. ¡Eso es! Ahora comenzará a correr.
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De Kabtv «Noticias con Michael Laitman,» 6/abr/20

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