Baal HaSulam, Paz en el mundo: Y es natural que cada individuo se sienta en el mundo del Creador, como único gobernante, que todos los demás fueron creados sólo para aliviar y mejorar su vida, sin que él sienta ninguna obligación de dar algo a cambio.
Y en palabras simples, diremos que la naturaleza de cada persona es explotar la vida de los demás en el mundo, en beneficio propio. Y todo lo que da a otro es sólo por necesidad; e incluso así hay explotación de otros, pero se hace con astucia, para que su amigo no se dé cuenta y conceda de buena gana.
Es posible que la persona ni siquiera sienta que usa a otro cuando da, pero no puede ser que damos algo desinteresadamente. En todo caso, es con intención de recibir.
La razón es que la naturaleza de cada rama está cerca de su raíz. Y como el alma del hombre se extiende desde el Creador, que es Uno y Único y todo es Suyo, por lo tanto, el hombre que surge de Él, siente que la gente en el mundo debe estar bajo su tutela y para uso privado propio. Y esta es una ley inquebrantable. …
Esta ley puede llamarse ‘ley de singularidad en el corazón del hombre’. Nadie escapa y cada uno toma parte en ella: el grande de acuerdo a su tamaño y el pequeña según su tamaño.
Así, la ley de singularidad en la naturaleza de cada persona no es condenada ni alabada, ya que es una realidad natural y tiene derecho a existir como todas las partes de la realidad. Y no hay esperanza de erradicarla del mundo, ni siquiera desdibujar su forma un poco, así como no hay esperanza de erradicar la especie humana de la faz de la tierra. Por lo tanto, no mentimos si decimos que esta ley es la verdad absoluta.
Es claro que esta es nuestra naturaleza. Lo importante no es esconder esta ley, esta ‘verdad absoluta’, de que sólo nuestro egoísmo opera en toda la realidad, sino usarla correctamente. Después de todo, el egoísmo es la única materia de la creación y si no aprendemos a usarlo correctamente, sufriremos toda nuestra vida.
Toda la vida de la persona, desde el nacimiento hasta la muerte, es una lucha, ¿cómo podemos disfrutarla y alcanzar una vida eterna y perfecta? Para esto, no necesitamos destruir nuestro egoísmo, sino usarlo adecuadamente.
No hay fuerza en el mundo que pueda corregir nuestro egoísmo. Por lo tanto se piensa que no hay solución. Ningún gobierno, filosofía, nación del mundo ni los más astutos consejeros presidenciales pueden recomendar un método para corregir el egoísmo humano. La competencia y el uso de otros, permanecen.
Sólo la sabiduría de la Cabalá, al atraer la fuerza superior no inherente a nuestro nivel, a nuestra vida en este mundo, nos ayuda a sacar fuerza del amor y nos muestra cómo trabajar adecuadamente con nuestro ego. Resulta que el egoísmo es muy útil porque construimos el sistema de conexiones por encima de él. Al elevarnos por encima de nuestro egoísmo, en oposición a él, descubrimos la fuerza superior de la naturaleza.
El egoísmo tiene infinitas formas de conexiones egoístas entre nosotros y todas son formas de la fuerza superior de amor y otorgamiento, pero a la inversa, como un sello y su impronta. Si no fuera por el egoísmo en sus diversas formas, no tendríamos ninguna posibilidad de revelar la forma de la fuerza superior y alcanzarla. Habría sido esquiva.
Pero cómo transformamos odio en amor y revelamos su forma. Todo lo podemos experimentar prácticamente si nos sentamos en círculo y en media hora, con una sencilla conversación, según la metodología integral, comenzamos a descubrir los bellos resultados de nuestra conexión.
Esto, a pesar de que personas con puntos de vista opuestos, extrañas entre sí, se reúnen en el círculo. Esto demuestra que, en realidad, hay una fuerza positiva oculta dentro de la conexión y es entre extraños. Si se sientan en el círculo juntos y tienen una conversación de acuerdo al método integral, comienzan a descubrir calor, unidad, cercanía, comprensión mutua y voluntad de otorgar unos a otros.
Ven en qué forma pueden conectarse y satisfacerse unos a otros y cómo ayudarse mutuamente en el círculo. Desde el primer intento, descubren muchas leyes de conexión.
Nuestro egoísmo es un hecho indiscutible y todos pensamos en forma egoísta. No hay otra fuerza en nuestro mundo, sólo el ego. La singularidad de la sabiduría de la Cabalá está en que sabe extraer de la naturaleza la segunda fuerza, la positiva y compensa la fuerza egoísta negativa para añadir más al menos, esta es la fuerza de la conexión.
[199864]
De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 3/ene/17, lección sobre: “Educación para la concesión»
Material relacionado:
El difícil trabajo contra el egoísmo
Encontrando la fuerza que equilibra el ego
Necesitamos elevarnos por encima de los obstáculos y el egoísmo