Cuando leemos el libro de El Zohar, comprendemos que habla sobre las cualidades, formas e imágenes que aún no percibimos.
Pero justamente esta sensación de incomprensión nos empuja, obligándonos a formar en nosotros la percepción correcta.
Si leemos otros libros cabalísticos, podemos percibir todo en forma sólo mecánica, es decir, con la mente, o como imágenes materiales.
En este caso, bajamos todas las nociones hasta el nivel de nuestro mundo, sin comprender que ellas son imaginarias, o las consideramos espirituales pero teóricas.
Mientras que leer El libro del Zohar, con el comentario de Baal HaSulam, nos obliga a buscar una nueva percepción y a unir estas dos imágenes. De esto surge la verdadera percepción de la realidad.
La persona no comprende cómo ocurre esto, pero el libro trabaja sobre ella. Poco a poco, se obtiene esta nueva percepción.
(Extracto de la preparación para la lección sobre El libro del Zóhar, correspondiente al 15 de marzo 2010).
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