El desarrollo ocurre en virtud de la fuerza «eléctrica» que circula en el sistema. Cuando me conecto a este con las dos fuerzas que tengo, la egoísta y la altruista, su fuerza comienza a circular a través de mí también. En ese caso, el sistema está trabajando en mí, y siento la «corriente» que impregna todos sus elementos; descubro su programa y propósito y me involucro en este cada vez más.
Así asciendo los grados espirituales, elevándome de regreso a la Fuerza unificada. Más y menos, positivo y negativo, unificamos, y encontramos nuestra vida eterna y el propósito final de nuestra existencia. Tal es el programa.
Esto nos permite ver la causa de la crisis y sus consecuencias. Entendemos por qué no recibimos la sabiduría de la Cabalá y no descubrimos al grupo hasta que nuestro egoísmo ha crecido hasta el límite. Sólo ahora sentimos, día con día, cómo todo está cambiando alrededor. Muchas cosas están pasando en el mundo, todas las cuales están diseñadas para revelar la crisis y mostrar nuestra desesperada situación así como la imposibilidad y falta de entendimiento que prevalecen en el mundo. Día con día, a un ritmo muy rápido, daremos pasos en este camino.
Entonces, muy pronto, necesitaremos mostrarle al mundo que entendemos el plan de la creación. Obviamente, no lo sabemos todo ya que lo alcanzamos escalando los peldaños del desarrollo. Y aun así, sabemos cómo llevarlo a cabo y cómo comenzar este proceso. Con respecto al resto, lo estudiamos sobre la marcha.
Entre nosotros, no hay individuos que hayan llegado a la línea final, lo cual no hace ninguna diferencia de todas formas. En esencia, aprendemos de cabalistas que nos hablaron acerca de todo este proceso, la historia entera de la humanidad. Aparte, nos dieron esta información hace milenios, pero hasta este día, sus palabras siguen siendo verdaderas.
Por lo tanto, sólo debemos escuchar qué leyes obedecer para rápidamente llegar a ser parte del sistema integral. Justo al revelarme como tal parte, todas las leyes comienzan a funcionar a través de mí. Comienzo a entender y experimentar qué está sucediendo en nuestro mundo. Veo a través de ello, las fuerzas que se ejecutan a través de mí; descubro qué las está causando, así como la esencia de su trabajo.
Está escrito, «Por tus acciones Te conoceremos». La sabiduría de la Cabalá es un método puramente práctico que aplico solamente en mí mismo. No estudio ningún insecto en un microscopio, tampoco estudio el mundo externo. Por el contrario, revelo la sabiduría de la Cabalá y toda la creación en general en mí mismo. Ninguna ciencia es más práctica y experimental que la Cabalá.
Los cabalistas explican qué leyes deben seguirse para convertirnos en una parte activa de una totalidad más grande. Después de todo, la humanidad es simplemente una pequeña parte del enorme sistema del mundo del Infinito. Ellos hablan de leyes simples que necesitamos observar en el grupo. Debemos estructurarlo como un modelo en miniatura de una realidad integral, inmensa de manera que dentro de este modelo busquemos una oportunidad y nos esforcemos por actuar de acuerdo con las leyes básicas de la creación, propias de nuestro egoísmo y de la Fuerza de creación positiva.
Entonces el grupo llegará a ser un «área de construcción» para mí, una especie de «laboratorio» donde examino a los amigos y a mí mismo, donde nosotros, todos juntos y entre nosotros, trabajamos, construimos, creamos, y damos forma al mundo futuro, al mundo superior, y a la humanidad del mañana. Nuestros actos están en sincronía con el consejo de los cabalistas, y actuamos sólo experimentalmente, poniendo a prueba y verificando los resultados de nuestro trabajo.
(43710 – De la 2º lección, Convención de Roma del 21 de Mayo del 2011)
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