Confucio: “No me molesta que no me entiendan. Me molesta cuando no conozco a los demás».
Si la gente no me entiende, me enojo, porque esta es mi segunda tarea, la segunda meta de mi vida, que la gente entienda lo que quiero transmitirle. La primera meta es, por supuesto, el Creador, pero la segunda, es la gente.
Observación: Es realmente importante para usted que la gente le entienda.
Mi comentario: Ciertamente. De lo contrario, ¿qué vale mi vida? Es para transmitir algo.
Pregunta: ¿Sólo se puede transmitir algo si lo entienden?
Respuesta: No. Todo depende sólo de la ayuda del Creador, de la buena voluntad del Creador, para que Él les abra el corazón y yo les diga qué poner allí. El Creador no puede hacerlo por sí mismo. Necesita intermediarios.
Pregunta: Entonces, ¿casi toda su vida tiene como objetivo ser entendido y escuchado?
Respuesta: No a mí. A lo que quiero transmitir. Es como si construyera un canal, una especie de tubería y lo que quiero transmitir pasa por ahí. Ni siquiera me importa lo que pasa por mí ni si lo entiendo. Lo principal es transmitirlo.
Pregunta: ¿No es importante que digan: «Lo recibí de él»?
Respuesta: Absolutamente no.
Observación: Nunca fue un secreto y siempre usted ha dicho que incluso defendió su tesis doctoral para que tal vez alguien dijera: “Oh, tiene un doctorado, lo escucharé”.
Respuesta: ¡Por supuesto! De lo contrario, ¿para qué?
Observación: La gente defiende su tesis doctoral no sólo por eso. Lo hace por salario, por respeto, por el grado académico y por su currículum.
Mi comentario: No tengo nada de eso y no lo necesito.
Pregunta: ¿Todo es para que, si me ayuda a ser escuchado lo haré?
Respuesta: Por supuesto. Sólo por eso.
Pregunta: Si, en términos generales, ahora que es conocido, la gente empieza a decir en cada esquina: “¡Laitman! ¡Laitman!», pensaría: ¿“Es sólo para que me escuchen”?
Respuesta: Pienso que sí. Además, sé que sólo será en la medida en que el Creador lo necesite. Hasta este punto, Él me elevará o me bajará. Creo que lo que el hombre necesita, debe experimentarlo. Debe vivirlo, debe soportarlo, darse cuenta de que es para su beneficio. No hay elección. Cada uno hace su propia función. Como si alguien destruyera, como si alguien reparara, como si alguien tuviera satisfacción y alguien quedara vacío, etc.
Pregunta: ¿Cómo supo que es su función decirle al mundo para qué vive, difundir la sabiduría de la Cabalá? ¿cómo supo que esa era su vida?
Respuesta: Lo sentí, aunque no tenía muchas ganas de hacerlo. Y luego mi maestro Rabash me dirigió. Más aún, me dirigió, no al alcance más alto, sino a permanecer cerca de la gente, a no aislarme y a difundir.
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De Kabtv «Noticias con el Dr. Michael Laitman» 27/jul/20
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