Constantemente debemos cuidar el estar de buen humor. Y no porque has oído algo divertido o porque has tomado una bebida, sino porque estás alerta para justificar al Creador en todo lo que pasa, en cada estado, en cada momento, por cualquier pregunta que pueda llegar a tu corazón o tu mente. Entonces estás de buen humor.
Tú justificas al Creador por haber creado un mundo maravilloso. Y entre más avanzas en tu punto de vista, ves al mundo en un escrutinio mayor y más profundo, entre más ves la sabiduría y benevolencia de la Providencia superior, y justificas al Creador y juzgas a todo el mundo en la escala de mérito. Así te vuelves una parte benéfica, activa para el alma general del mundo.
Sin embargo, quien sea que tenga una “cara agria” condena a la Providencia superior con respecto a sí mismo y especialmente con respecto a todo el mundo. Para esto él hace descender no sólo a sí mismo, sino también a todo el mundo e inclina la escala contra sí mismo y contra todo el mundo.
Esta es la razón de todo el mal en el mundo, de todos los sufrimientos. Después de todo, solo la nación Israelí, aquellos que anhelan al Creador (Yashar-El) (directo al Creador) puede cambiar todo. Ellos son los únicos responsables de justificar la Providencia del Creador en las vasijas de todo el mundo, y si ellos no lo hacen, entonces ellos claramente son los primeros en ser lastimados. El castigo también comienza con los justos ya que ellos son responsables de que el mundo esté en este estado.
Entonces tenemos que entender que esto es un sistema cerrado y todo depende de los deseos que son parte de la vasija general que el Creador ha creado; ellos necesitan corregir todo y justificarlo, y traer a todo el mundo a un estado perfecto. Ellos deben ayudar a los deseos, los cuales no se pueden corregir a sí mismos, ser corregidos y traer la Luz a sus vidas hasta que todo finalmente está corregido.
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De la 1ra parte de la Lección Diaria de Cabalá 1/1/13, “Introducción al Estudio de las Diez Sefirot”
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